Risas, carcajadas, regocijo, hilaridad... son las únicas reacciones que con sinceridad me vienen a la cabeza tras el espectáculo que acabamos de ver. Si bien no hace ni unas horas que escribía la primera parte del resumen de esta gala relatando el esperpento dado con los galardones a los Grammy Rock/Metal considerando que la cosa no podía ir a más, insospechadamente ha superado con creces mis expectativas.
¡Pasen y vean damas y caballeros! El show de "MetalliGa" comenzó de la manera más obvia y llena de clichés que podríamos imaginar, pero llevada al máximo exponente. Mientras el telón se levantaba vemos como un grupo de mujeres juega a hacer una especie de ¿pogo? moviéndose de forma errática y simulando empujarse violentamente, eso sí, sin tocarse en ningún momento ni sin llegar a moverse un centímetro del sitio, no fuese a ser que alguna se rompiese una uña.
El solo se acelera y una enérgica Lady Gaga emerge de ellas caminando hasta la plataforma del escenario y dando un enérgico saltito con el fin de conseguir los impresionados "oooh" de su entregado público. Y mientras la parte con letra no termina de llegar a nuestra querida diva no se le ocurre hacer nada más heavy que un baile de club de striptease que ni en el Bar Coyote.
La canción empieza mientras la diva sigue a lo suyo, James Hetfield se dirige a su micro y... ¡No funciona! Se intercalan las partes, primeramente las del vocalista de Metallica dirigiéndose con fervor hacia su micro sin parecer muy seguro si es cosa suya o, como en realidad está pasando, no se le oye nada, y las de la diva del pop imbuida por el espíritu del metal de gala, hasta que al final el primero termina de enterarse de que como no se mueva no va a poder lucir como quiere en ninguna parte del mundo, por lo que en el estribillo de la canción decide dirigirse al micro de la en ese momento literalmente artista Gaga, la cual no pone absolutamente nada de su parte para compartir su micro con el "trasher" exceptuando en un breve momento que quedará muy bien en la galería.
El despropósito se alarga durante unos minutos hasta el final de la canción, incluyendo momentazos como la persecución de James por el escenario a Gaga con el fin de poder cantar por su micro, el "salto" perfectamente coordinado de la diva a un público que repentinamente había aparecido allí para la ocasión o la patada final de Hetfield a su inoperante micro y la expresión de su cara, que recemos le sirva para reflexionar de una vez acerca de los caminos por donde están llevando su carrera.
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